miércoles, 25 de abril de 2012

Lisboa

Tras un parón debido al viaje, y a pesar de ya llevar unos 10 días por España, vuelvo aquí de nuevo, y que menos que contar un poco la experiencia de esa semana por Portugal, con visita centrada en Lisboa, pero con más sitios visitados, y sobre todo con la mejor compañía que podía tener.

Los primeros días fueron en Guarda, centro de operaciones en Portugal este año, ya que el programa Erasmus ha llevado allí para este curso a ella, Ana, que hace que una pequeña gran parte de mi este 2011-12 viva con una hora menos en su horario, a veces solo metafóricamente, otras como en el caso de esta visita, estando alli en cuerpo y mente. Y como decía, tras un par de días de tranquilidad en Guarda, tocó moverse, y buscar conocer nuevos lugares, y allí que nos fuimos como dos buenos turistas.

De camino a la capital portuguesa, y aprovechando la cercanía a la ruta que llevábamos, decidimos parar en Fátima, quien me conozca sabrá que no soy yo precisamente un beato ni un seguidor de eso que se llama fe cristiana, pero sí que tengo cierta curiosidad por el tema religioso, y todo lo que le envuelve, llevando luego las cosas a mi manera, y nada, allí nos presentamos, la verdad que esperaba algo más sencillo, pero me sorprendió que el santuario fuera tan a lo grande, por decirlo de alguna manera, con pasillo de marmol incluido para hacer tu procesión de rodillas hasta la zona principal del santuario, por allí mucha gente, de muchas nacionalidades, misas casi ininterrumpidas en directo, en múltiples idiomas, y todo un espacio dedicado a los cristianos por obra y gracia de la Virgen, que en su día decidió aparecerse a unos pastorcillos y bueno, eso debió llevar a pensar que lo que quería era un lugar de grandes dimensiones donde la gente peregrinara desde todo el mundo, porque quién sabe, igual le da por volver a aparecer; la verdad que eso sí, también me sorprendió que no hubiera que hacer más desembolso económico que el necesario para desplazarse al lugar, pudiendo entrar a los diferentes lugares que hay en el santuario con libertad, y gastarte lo que quieras en donativos o en recuerdos a tu voluntad.

Pues bien, pasado el momento espiritual del viaje, proseguimos camino hacia Lisboa, tras el inevitable recorrido un poco largo por sus calles en busca del hotel, sí, lo sé, es lo que tiene ir en coche sabiendo únicamente el nombre de la calle donde está el hotel y que está más o menos en el centro; pero bueno, finalmente, con paciencia, siempre se llega al destino, y nada, un hotel sencillo, al lado de una parada de metro, que siempre viene bien para desplazarse por la ciudad, y nada, una vez instalados, allí que fuimos a la aventura, tras unas pequeñas trampas por el metro, que hacían pasarlo un poco mal a mi querida acompañante cada vez que nos tocaba entrar o salir, nos plantamos en el centro, bueno, el primer día un poco perdidos, pues nos dedicamos simplemente a pasear viendo un poco esas calles, accediendo a uno de los miradores de la ciudad y planificando lo que serían ya el resto de días por la ciudad, que bueno, en general y por resumirlo podría hablar del Castillo de San Jorge, el Parque de las Naciones con el Oceanario, la catedral, la Praça do comercio, todo el centro en sí con sus tranvías pasando, los miradores, el monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belem... bueno, en general todo lo que pudimos en los tres días que allí estuvimos, y la verdad que en general muy bien, ya que nos gustó mucho, y es una ciudad que personalmente a mi me ha dejado encantado.




Aparte de la capital en sí, tampoco queríamos irnos sin visitar sus alrededores, y uno de los días lo dedicamos a visitar Cascais, zona más de turismo veraniego, con zona costera, Estoril, donde me quede con ganas de jugar algo en el casino, pero no está la economía como para derroches, más sabiendo que lo más probable es que lo jugado, allí se quedara, sin poder sacar ningún beneficio; y por último, Sintra, que a mi fue la zona que más me gustó y me quedé con ganas de poder dedicarle más tiempo, metida más en el interior, en un paisaje frondoso de bosques, un pueblo pequeñito, con muchas cosas que ver, subimos hasta la zona del Palacio Da Pena, con un bonito paseo por sus alrededores hasta llegar que hicimos a pie, que además al coincidirnos con un día medio lluvioso y con unas horas en que empezaba a bajar la niebla le dio un aire diferente a la visita, llegados ya al Palacio, antigua residencia de los reyes lusos en sus vacaciones pues interesante ver cómo vivían y de que "lujos" gozaban, pero la visita era algo larga, lo que nos privó de visitar más cosas que había por allí cerca, como el Castelo dos Mouros, pero bueno, todo no se puede, y quién sabe si habrá futuras visitas.

 





 


  Y un poco en genral el viaje fue así, tras todo ese ajetreo un día más de descanso en Guarda y vuelta a León, tras una nueva despedida, qué poco me gustan, y por suerte qué poco va quedando para que no den más, y esperemos que a partir de ahora haya muchos más viajes, y siempre en la misma compañía porque tampoco puedo imaginar otra mejor; y eso, sin tener que volver yo solo. Y ahora a retomar la normalidad, que viene la época más movida del año con los exámenes de Junio, pero eso ya será otro tema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario